martes, mayo 26, 2009

Bendita Locura

Bendita locura es el nombre del último disco de Pastora Soler que se presentaba ayer tarde en el teatro Lope de Vega de Madrid. Una frase muy bien escogida y que en cierta manera revela el ambiente que se respiraba en el hall del majestuoso teatro.

La amistad es algo portentoso y por ello, muchos amigos no quisieron dejar sola a la cantante coriana. Tanto es así que, a pesar de la incomodidad que les produciría posar y atender al chaparrón e incesantes preguntas de los periodistas, sus amigos decidieron acudir y así apoyar a su querida Soler en una tarde tan especial.

Este es el caso de Chayo o Rosario Mohedano que es como quiere que la volvamos a llamar ahora. Fue la primera en llegar y el revuelo que causó fue patente con el murmullo de los cámaras y periodistas que allí nos reuníamos. Rosario posó con una enorme sonrisa que nos deslumbró a todos cuando muchos aun seguíamos con la resaca informativa de haber escuchado las declaraciones de su ex, Antonio Tejado el pasado sábado en La Noria.

Rosario que acudió con la novia de su hermano y sin su bebé, el cual no ha tomado pecho en su periodo de lactancia y se quedaba en buenas manos mientras su madre aguantaba con aplomo nuestras incesantes preguntas. No tenía ninguna gana de contestar, pero no por que tuviera alguna exclusiva pactada a priori, si no que porque el dolor la dejaban desnuda ante nuestro afán de saber.

Rosario estaba en el ojo del huracán y sabia perfectamente que nos lanzaríamos como fieras a preguntarla sobre las declaraciones de Tejada. No quiso responder y prefirió mantenerse ambigua mostrando la mejor de sus sonrisas. Sus ojos no expresaban lo mismo. Una mirada vidriosa y una simpatía forzada relataba que era en vano preguntarla por su estado anímico. Ella respondió que estaba bien, que no iba a hablar pero cuando confesó que su presencia allí se justificaba por su gran amistad con Pastora y sobre todo, “para olvidarse de la realidad” ya dejó patente que el sufrimiento y la tristeza eran dos palabras que se dejaban entrever en sus palabras.

Rosario nos contó que ocupaba las horas del día trabajando duro y rodeándose de su entorno querido, gente que la arropa y mima en estos duros momentos. Su mirada se convirtió en ternura cuando hablaba de su pequeño, su verdadero gran amor, y no el del señor Tejada que demostró una vez más ser un impresentable poco amigo de la palabra monogamia. Respecto a la pregunta de si se llevaría a su pequeño con ella a su gira por Argentina, prefirió ni confirmar ni desmentir.

Su elegante presencia en cuerpo y palabra se acabó ante la pregunta de: “¿Hay vuelta atrás?” con lo que Rosario respondió con otra contundente pregunta: ¿En serio que aún me lo preguntas? Muy revelador…

La de Rosario no fue la única presencia en el recital. Silvia Pantoja, Pitingo, un Paco Valladares recuperadísimo y lleno de vida, o la escritora Lucia Etxeberria estaban deseosos también de escuchar a la cantante en su ultimo disco.

El presentador y escritor Maxim Huerta también se encontraba por allí. Hablaba con orgullo, una amplia sonrisa y una cautivadora mirada sobre su libro titulado “Que sea la última vez que me llamas reina de la tele”. El escritor y co-presentador del programa de Ana Rosa se mostraba feliz de su obra y de la promoción que está haciendo de ella con lo que aseguró: “Me lo estoy pasando como un enano”. Entre risas comentó también que el personaje protagonista de su novela era la primera figura literaria con perfil en Facebook.

Actores de la pequeña pantalla como Emmanuel Esparza, Israel Rodríguez o el siempre encantador Jorge Lucas de la serie “Yo soy Bea” también quisieron acompañar a Pastora Soler en su puesta en escena madrileña. Los tres actores, que llegaron por separado, se adentraron en el recinto rodeados de señoras y fieles seguidoras de la serie que no pararon de hacerse fotos con ellos.

Cuando ya quedaban pocos minutos para que diera comienzo el recital, una siempre polémica Massiel me relataba su parecer en cuanto al ya cansino tema de Soraya en Eurovisión. Remontándome en el tiempo dos meses atrás, recuerdo que le pregunté por la dichosa canción y su respuesta fue clara: “Fantástica!” me respondió. Tan orgullosa estaba Massiel del himno, que amadrino un acto en el que nuestra diva extremeña se rivalizaba con la contrincante turca! Y tanta fue la euforia por la canción que nuestra amiga “lalala” llegó a subirse al escenario a compartir bailes y coros con nuestra artista albina. Vamos, que Massiel se jactó en halagos hacia Soraya, y bueno, quise probar suerte esta vez con la misma pregunta y cual fue mi sorpresa cuando Massiel me respondió: “Eso ya lo sabía yo, que pesadez, la canción era mala, había canciones mucho mejores, Soraya vale mucho pero no vestida de patinadora, y de boicot, nada, todo son chorradas”. Bravo Massiel! Tú si que eres coherencia!

En fin, la nota discordante la puso Eva González, que llegó, posó y huyó. Así, como si de una presencia fantasmagórica se tratase. ¿Quizás resentida con los medios? No lo sé, ella sabrá.

Lo que si tengo claro es que todos disfrutamos con el recital, por lo menos, todos estabamos de acuerdo con algo y se confirmó una vez más que la música amansa a la fieras, y si es con Pastora Soler, con más razón.

Diego de la Viuda

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