lunes, junio 29, 2009

De compras con Mónica Hoyos...

Por Diego de la Viuda

Ante los rumores surgidos la pasada noche sobre sus escarceos amorosos con el mismísimo Pipi Estrada, la pasada tarde de viernes Mónica Hoyos decidía irse de compras por una transitada calle comercial del centro de Madrid.

Ataviada con unas botas altas propias de un buen cowboy, Mónica iba acompañada de un séquito de familiares y amigos. Su actitud al entrar al pequeño comercio de moda económica y en rebajas fue bastante impropia. Con aires de divismo pidió ayuda a una de las dependientas convirtiéndola por unos instantes en una personal shopper propia de cualquier gran firma de la calle Serrano. Mónica, con un gesto extravagante, se colocó un sombrero de paja, el cual al final no llegó a comprar, y se paseo por la tienda buscando regalos para sus amigas. ¿Estaría también entres sus pensamientos la idea de comprar un regalito para Pipi Estrada? ¿O quizás para el padre de la niña que no la acompañaba?

Pues nada, se decantó por unos vestidos a precio de ganga que descambió pasadas unas horas. La gente murmuraba en corrillos sobre su presencia en dicho comercio. Ella hizo caso omiso a los comentarios de extravagancia que iba despertando. No obstante, se encargó de repetir constantemente que no compraba habitualmente en esa tienda y que alguna vez había pasado por la de La Moraleja pero que la firma, era una gran desconocida para ella.

Mónica nunca fue una estrella de primera línea, pero su rostro siempre ha sido perfectamente reconocible y más ahora que su nombre está volviendo a resultar llamativo para los amantes del tema del cuore.

La pregunta era obvia: "¿Son ciertos los rumores que te apuntan como la nueva conquista de Pipi Estrada?" Ella se quedó impertérrita ante la indiscreta pregunta. Tardó unos 5 segundos en pensar una respuesta coherente ante semejante escándalo y abandonó el comercio diciendo: “Los rumores, rumores son y los que los difunden, también son protagonistas de rumores..."

La incógnita la deja abierta. Pudo haberlo negado rotundamente en el caso de no ser cierto, ¿no creen? Pero la cuestión es que Mónica prefirió jugar con la ambigüedad. ¿Estará quizás esperando una apetitosa oferta en forma de sillón televisivo?

Conociendo la verborrea del señor Estrada próximamente sabremos más detalles de aquella calurosa noche de San Juan. El verano acaba de comenzar, pero estoy seguro de que Pipi, Miriam Sánchez y las posibles quinielas amatorias seguirán dando de qué hablar.

Por el momento, descansen y sean fieles espectadores de lo que acontezca alrededor del pimpolleo cuasi adolescente de los amores veraniegos que, ¡no han hecho más que comenzar!

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