sábado, abril 18, 2009

Culpabilidad

Todos pasamos por cosas buenas y menos buenas.

Igualmente, es naturaleza del ser humano buscar porqués, motivos, detonantes y culpables para dar una razón lógica a sus principales quebraderos de cabeza.

¿Por qué tenemos esa absurda manía de buscar razones a todo lo que acontece?

¿No nos damos cuenta que es algo que no nos lleva a nada? Nadie tiene la razón absoluta del porqué suceden las cosas. Nadie es víctima 100% de sus desgracias, al igual que uno tampoco es 100% culpable de todo lo que ocurre.

Empiezo a adorar ese viejo dicho que dice: Ni los buenos son tan buenos, tan los malos tan malos...

Todo depende de las circunstancias, las perspecitivas y la forma en la que relativizamos las cosas...

Ayer me di cuenta que victimizarme ante todas las desavenencias que me ocurren no tenía sentido, y que culpabilizar al resto tampoco me llevaba a nada.

Todos tenemos nuestras razones para actuar de cierta manera. A veces más acertada que otras, pero bueno, cada momento vital nos marca unos caminos o decisiones que derivarán en nuestras formas de hacer las cosas. Y a veces también, en las del resto...

¿Acaso harías las cosas de la misma manera que las hacías a los 15? ¿Acaso responderías de la misma manera a las mismas preguntas que te hacían hace años? Pues quizás no.

Esa es una de las grandezas del tiempo y de la evolución. Todos cambiamos. Afortunadamente.

Por lo tanto, vale, quizás tomaste una decisión en tu vida y eso hizo daño a otra. Pero ni tu eres víctima ni la otra persona verdugo. Son decisiones que se toman en la vida que derivan en una cosa u otra. Nadie es culpable de nada. Solo son formas diferentes de ver una misma realidad.

Decisiones y acciones que te llevan como si de un río se tratara a diferentes lugares. A veces para bien. A veces para mal. Pero si te lleva a uno de los sitios es por algo y con el tiempo descubres que ni ese lugar era tan bueno como creías, y que ese lugar tampoco era tan malo como pensabas en un principio.

Nada es lo que parece. ¿Por qué? Porque con el tiempo nuestras percepciones cambian. Lo que antes era maravilloso ahora es mundano. Y lo más oscuro de nuestras vidas se convierte ahora en simples anécdotas...

Relativizar quizás sea el secreto de una autoestima y una vida serena, calmada y en paz...

Eso es lo que quiero, PAZ, conmigo mismo y para con el resto...

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