Foto Telecinco
Hace escasas semanas que se
estrenó “Campamento de Verano”. Un nuevo reality veraniego que para mérito de
la productora se gestó en escasos días. Fue un espacio que tomé con entusiasmo
por sus características y como no, por su casting, pilar vital para espacios
como este.
El fichaje de Lucía Etxeberria
evidentemente me llamó la atención pero no me sorprendió del todo. Recordemos
que Lucia siempre fue una escritora que se ha prestado en más de una ocasión a
participar en diferentes espacios de opinión, actualidad y debate. Y la televisión
no era ajena a ella. Bien es cierto que es un formato que a ella poco le
encajaba, pero bueno, me escandalizó más
verla en un formato que ella misma había devastado hasta la saciedad previamente en sus artículos
y columnas. Incoherencias varias de la vida de hoy.
Lucía es una mujer literariamente
brillante, su carrera la avala y los numerosos reconocimientos y premios también,
pero de la misma manera que alabo tu pluma también hay que reconocer que no es
una mujer al uso, quizás ese sea su verdadero reclamo y talismán.
Ahora que ella ya está fuera del
concurso se jacta de asegurar que la productora le engañó. De sus palabras
extraigo algo así como que le prometieron que sería un reallity diferente y con
tintes infantiles. Y creo que la productora no mintió en ningún momento. Puede que el concepto de “reality diferente”
sea completamente distante a lo que Lucía esperaba, pero… ¿quién determina lo
que es normal o no?,¿lo que es diferente a qué? y lo más importante, ¿en comparación a qué?
Lo de los tintes infantiles está
a la vista que así está siendo. Campamento de Verano no deja de ser un reality de
convivencia en el que ni pasan hambre y donde la prueba más dura que han pasado
hasta ahora ha sido deslizarse con una tirolina. ¿Dónde está la dureza del
concurso? En comparación a Supervivientes evidentemente, esto no deja de ser un
juego de niños.
Quizás no sea un concurso de
proezas físicas, pruebas arriesgadas y situaciones límite pero tiene una dificultad
que Lucia no ha sido capaz de soportar:
La convivencia y la socialización con gente que no es de tu entorno.
¿Por qué damos más valor a la
fuerza física que a la fuerza mental? Yo como espectador de este tipo de
realitys me parece más honroso y elogiable el concursante que supera todo tipo
de adversidades de convivencia que aquel que supera con éxito tantas pruebas
físicas sean realizadas.
Pero este no deja de ser el viejo dilema de siempre y
de difícil solución. ¿Quién es más héroe? ¿El deportista de las 9 medallas o la
mujer que saca a 4 hijos adelante con pocos recursos económicos? Pues la
discusión de siempre…¿Qué es realmente una proeza?
Volviendo al tema de Lucía. Ella
en un video de presentación intentó justificar su participación alegando
problemas con el fisco y la necesidad de
una inyección económica para poder tramitar una adopción. ¿Acaso en algún momento
ella pensó que su sobrexposición en el formato que había insultado hasta la
saciedad facilitaría las cosas en cuanto a su imagen pública? Lo dudo mucho.
Nadie como uno mismo conoce sus propios
límites, sus defectos, sus virtudes y
sus puntos flacos. Todos somos conocedores de hasta dónde podemos llegar incluso de nuestros pecados y defectos más oscuros pero haciendo repaso por sus numerosos
textos, si ella misma reconoce sus debilidades mentales, sus límites y sus
problemas psicológicos y de sociabilidad, ¿por qué culpa a los demás de su
derrota en un concurso en el que no fue
capaz de convivir con compañeros según ella de escasa
intelectualidad?
Bien es cierto que visionando el
programa uno se da cuenta que sus compañeros no se han portado del todo bien con ella. Puedo
interpretar hasta que ha sido víctima de unas personas especialmente
cualificadas para el conflicto televisivo. Desconozco quien tiene la culpa de
todos esos roces, pero si ella que se considera cultural e
intelectualmente superior, ¿Cómo no es capaz de gestionar todos estos
conflictos?
Es muy fácil echar la culpa ahora
a los demás. Me extorsionaron, me
acosaron, me prometieron…bla, bla, bla.
Pero ¿dónde queda la parte de culpa de la propia Lucia que únicamente dice
haberse equivocado debido a una “mala información” de la productora a la hora
de ofrecerle su participación en el concurso?
Poco después de su expulsión,
Lucia acudió al Deluxe con un parte médico de ansiedad con el fin de intentar
llegar a un pacto de no agresión. No lo
consiguió. Pero no porque los colaboradores fueran especialmente mordaces si no porque ella misma con su actitud, ya se estaba agrediendo a si misma.
Horas después de hacer pública su
angustia, su dolor y su ansiedad, la escritora tomaba rumbo al festival LowCost que se celebraba este fin de semana en la costa levantina. Qué coherente
todo…
Ahora para rematar la faena,
Lucía escribe un artículo en que denuncia diferentes hechos ocurridos en el
concurso, así mismo, utiliza su plataforma para acusar a sus ex compañeros de
convivencia de ingesta de ciertos medicamentos,
de cuestiones personales y de
confesiones personales que le hicieron a la propia Lucia.
Sigo reflexionando en lo mismo. ¿Por
qué sigue ahondando en la herida y sigue dándole cancha a un medio que ella no
hace más que destrozar y del que reniega constantemente? ¿Qué necesidad tiene
de seguir destrozando su propia imagen y prestigio profesional aportando más
leña al fuego? Creo que todo esto va más allá que un simple cheque en blanco.
La verdad es que no entiendo
nada.
Tampoco entiendo a aquellos que
aprovechan la mínima para atentar contra Telecinco, la productora, los
formatos, la telebasura o el corazón. Está claro que quizás Lucia no haya
entrado a un concurso de gran nivel cultural ni intelectual, pero por lo que he
visto hasta ahora nadie está juzgando la calidad profesional de Lucia, solo se
cuestiona su forma de relacionarse con los demás en su paso por el programa. Y según lo que he visto, bien bochornosa.
Pero estas cosas me hacen pensar en
lo de siempre. Lucia tiene una intelectualidad superior al del resto de
compañeros pero quizás eso no sea suficiente para sobrevivir en esta vida, ni
siquiera para determinar si una persona está cuerda o no, pero de la misma
manera que en esta sociedad se le da más importancia a la fuerza física que a
la mental, la intelectualidad y la cultura también es muy cuestionada ante la
destreza de ciertas personas carentes de esas inquietudes a sentirse superior a
ellas.
En definitiva, todos somos
consecuencia y consecuentes de nuestros actos y decisiones. Todos sabemos
nuestros puntos fuertes y nuestras flaquezas, por lo tanto, no culpemos al
resto como si fuera un complot generalizado contra uno y seamos más
responsables y dueños de nuestras palabras y actos.
Lucia, te has equivocado. Lucia, deja de seguir equivocandote.
Lucia, te has equivocado. Lucia, deja de seguir equivocandote.
1 comentario:
Diego soy tu compañera, Amanda. Muy buena reflexión pero yo me quedo con la ingesta de sus libros creyendo que Lucía era una persona libre de aquellos mal llamados complejos físicos, y que muchos tenemos, y ahora tras verla en acción te das cuenta que quien se postula siempre lo hace sin que nadie le acompañe. Yo creo que su actuación ha sido un cúmulo de ciencia ficción, realidad sin edulcorar y amistades que alentan un comportamiento que llaman la excentricidad del genio y que en su caso se queda, y bajo mi juicio, en una sucesión de complejos que impiden su correcta convivencia. Un besico Dieguito.
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